Rosario está viviendo una semanas para el olvido con el narcotráfico a flor de piel. En las últimas horas, los efectivos policiales, por pedido del fiscal Adrián Spelta, detuvieron a tres sospechosos del asesinato de Máximo Jerez, el nene de 11 años que fue asesinado a balazos el pasado domingo por narcos.

Los sospechosos fueron caputrados por la policía en una viviendo del barrio Godoy, en la zona oeste de la ciudad. Tienen 22 y 30 años, y su madre, también apresada, tiene 50.

Después del velorio del nene de 11 años, los vecinos fueron hasta el barrio de los acusados por el crimen, prendieron fuego la vivienda de uno de ellos y se enfrentaron con la policía. El papá de la víctima fue quien más atacó la vivienda y utilizó una pesa tumbera con la cual derribó una de las paredes de la casa.

La policía que estaba presente en el lugar, no pudo contener la situación y terminó disparando balas de goma, pero la vivienda del presunto narco terminó incendiada. “Si ustedes no hacen justicia, esto va a ser peor. El barrio se cansó de esta gente”, gritaron los vecinos.

El crimen fue el domingo por la madrugada en el barrio Empalme Graneros. Máximo, de 11 años, estaba en la puerta de su casa junto a otros chicos. De un momento a otro, un hombre comenzó a disparar hacia algunas personas.

Máximo murió tras recibir un disparo en la espalda mientras que otros tres chicos, dos de 13 y una nena de 2 años, resultaron heridos y fueron trasladados al hospital de Zona Norte donde se encuentran en estado reservado.

La nena recibió un disparo en un brazo mientras que uno de los adolescentes tuvo un impacto de bala en el pecho por lo que fue operado de urgencia y el otro tiene un balazo en la boca.

Fuente: Mitre